Está formada por unos componentes que se han unido durante el enfriamiento del magma de alta viscosidad y la mayoría son de color blanco y resistentes tanto al frío como al fuego. Suelen destacar por su dureza media y por producir un efecto suave sobre la superficie trabajada, que en nuestro caso será nuestra piel. ¿Cómo podemos utilizarla?
Exfolia los pies. La piedra pómez es un elemento estrella para los pies, además de exfoliarlos, elimina los callos o durezas que pueda tener. Si quieres tener unos pies bonitos, suaves y bien cuidados, utiliza este instrumento después de haberlos limpiado con agua y jabón. Para ello, deberás hacerlo con movimientos circulares y suaves, incidiendo sobre todo en las zonas más delicadas. ¡Va genial para la pedicura!
Elimina el vello corporal. Además de su uso exfoliante, también está indicada para depilar de forma natural. Es cierto que no es aconsejable para pieles demasiado secas, ya que podría resecar aún más la piel. Si quieres probar a depilarte con la piedra pómez, deberás tener la piel húmeda y con una capa jabonosa, a continuación bastará con pasar la piedra con movimientos suaves y giratorios por la zona a tratar.
Suaviza las asperezas en la piel. Ya sean manchas, callosidades, piel muerta o escamada, la piedra pómez también es un tratamiento de frotación perfecto para eliminar todas las impurezas de la piel de una forma suave y sin hacer daño. Gracias a sus propiedades abrasivas se convierte en un exfoliante natural de lo más eficaz.
Elimina las bolitas de la ropa. Sí, además de ofrecer tratamientos para la piel también se puede utilizar para cosas más random. Una de ellas es ésta: también puede quitar esas bolitas que se forman en los jerseys de lana. ¡Pruébalo y verás!
Limpia el inodoro. ¿Sabías que también sirve para limpiar esa zona amarilla que se forma en el retrete? Para ello, sólo necesitas pasar por la zona esta piedra pómez mojada.
Retira el pelo de las mascotas. A la mayoría de las mascotas les encanta subirse a los sofás, dejándolos después llenos de pelos. Otra utilidad de este instrumento es quitarlos. Únicamente bastará con pasar la piedra por la tapicería y ¡adiós pelos!
Limpia el horno. Hay muchas formas de limpiarlo, pero una de ellas es ésta. Si no quieres utilizar productos de limpieza, opta por raspar el interior del horno con una piedra pómez. ¿Alguna vez lo has probado?
Sirve como difusor de aceites. ¡Increíble! La naturaleza de esta piedra también le permite transformarse en un difusor de aromas. Sólo tendrás que colocar encima de ella unas cuantas gotas de tu aceite esencial favorito y ¡a disfrutar!
